Cuando Dameion Peart recibió la llamada telefónica de su tío, no creyó lo que el tío le dijo. Tuvo que manejar hasta el negocio de lavado de autos de su padre en Miami Gardens para verlo con sus propios ojos. Esperaba que la noticia no fuera tan mala, o quizás que el tiroteo hubiera ocurrido en otra parte.
Vio las luces de la policía y la cinta amarilla que señala el lugar donde se cometió un crimen, supo que era verdad lo que el tío le había dicho.
Su padre, Errold Peart, trató de proteger a un cliente de unos ladrones armados en el lavado de autos.
"Arriesgó su vida para salvar a alguien" dijo su hijo.
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